domingo, 30 de julio de 2017

RESEÑA #64 "EL SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO" - WILLIAM SHAKESPEARE


TITULO: El sueño de una noche de verano (A Midsummer Night's Dream).
AUTOR: William Shakespeare.
EDITORIAL: Vicens Vives.
Nº Pag: 135.
ISBN: 9788468236520.

SINOPSIS: 
Durante la noche del primero de mayo, que Shakespeare funde con la celebración pagana del solsticio de verano, unos jóvenes enamorados se internan en el bosque de Atenas huyendo de la autoridad patriarcal. Allí, en los dominios de Titania y Oberón, reyes de las hadas, son víctimas de las travesuras de un duende burlón llamado Puck. En el camino de Puck también se cruzarán unos actores aficionados muy poco duchos en el arte teatral. 



OPINIÓN PERSONAL

     Hoy, nuevamente retomo un clásico literario, o mejor debería decir, retomo a uno de nuestros más grandes clásicos de la literatura, señalo al irrepetible William Shakespeare. Hace bien poco referí aquí uno de sus trabajos, “Macbeth”, donde también pudimos adentrarnos en la vida del genio. Pero el mundo de Shakespeare es muy fecundo y abundante, resultando arduo no encontrar un trabajo suyo que no despierte nuestro interés. En este sentido y continuando con sus célebres obras y aprovechando la ocasión de la estación en la que nos encontramos, os sugeriré otro de sus grandes, una comedia muy representada y con gran acogida por su público, “El sueño de una noche de verano”. Escrita entre 1594 y 1596, se cree que nació con la intención de que fuese representada en la boda de la ahijada de la reina. De lo que no cabe duda es que nuevamente nos encontramos ante otra exitosa obra del dramaturgo en la que se aunaban todos los ingredientes claves y que despertaban el interés de los coetáneos. También se debió al hecho de la coincidencia en aquel momento de abundantes representaciones teatrales con tintes dramáticos. Por ello la llegada de esta comedia supuso un soplo de aire fresco, de fractura monótona de tendencias y aunque confusa y un poco caótica, seña de identidad de su autor, no solo presenta una conclusión armoniosa, sino que rompe la línea de finales tópicos de las representaciones del momento y a los que los asiduos estaban acostumbrados. Ha sido representada en teatro en innumerables ocasiones, versionadas de mil y una formas posibles, cuenta con adaptaciones cinematográficas y referencias inimaginables como por ejemplo en el mundo de la música, de la televisión y del cómic. Si en algunos de sus escritos disfrutamos de historias donde encontramos alguna que otra pincelada perteneciente al género fantástico, en esta en concreto la magia, la fantasía y los seres sobrenaturales están muy presentes. Como he comentado y reafirmándome en mi particular interés por el legado literario de este insigne autor, en cuanto conocí sobre la inminente publicación de una nueva edición de este título, mi decisión de hacerme con ella fue automática y  me movilicé rápido como un resorte. Solo había visto su cubierta y ya estaba fascinada con la edición, deseando tener un ejemplar en mis manos y disfrutar nuevamente de la retórica “Shakesperiana”, hechizándome de nuevo con su lenguaje y para sumirme, al igual que sus protagonistas, en su mágico sueño.


    Esta obra nos sitúa en Atenas y tras la batalla, Teseo y la reina de las amazonas, Hipólita, se disponen a contraer matrimonio en cuestión de días. Previo ha dicho acontecimiento y ejerciendo su papel como juez en este tipo de sucesos, se requiere la presencia de Teseo para que medie en un conflicto. Es así como conocemos al cuarteto conformado por Hermia, Lisandro (su amado), Demetrio (su prometido, el cual la ama) y Helena (amiga de la joven y enamorada de Demetrio, el cual la ignora). Enrevesado conflicto amoroso ante el que Hermia deberá posicionarse tomando una decisión tras el ultimátum impuesto por Teseo y su propio padre. Paralela a esta historia, conocemos a un grupo de artesanos que se reúnen a escondidas para ensayar una obra teatral que representarán honrosamente en la boda de los reyes. Con motivo de un determinado evento, nuestros cuatro jóvenes se ven arrastrados al bosque en la primera noche de mayo, en la cual se consideraba que daba comienzo el verano, ya que por entonces esta abarcaba la primavera. Noche no solo importante por el cambio de estación, sino porque era propicia para que seres y criaturas de todas las índoles vagaran a su antojo por el bosque. Seres como el travieso Puck, un duende que se encuentra al servicio de Óberon, rey de las hadas y que está casado con Titania. Ambos reyes campan a sus anchas, acompañados de sus respectivos séquitos de hadas y también hacen frente a sus conflictos conyugales. Todos estos personajes tan dispares dan lugar a una historia insólita y  divertida,  donde un malentendido desencadena una serie de situaciones a cual más  disparatada y donde lo mundano y cotidiano va de la mano de lo mágico.   



     Estructurado como un guion teatral, impronta y seña magistrales de Shakespeare, está compuesta de cinco actos,  presentándonos una ficción que engloba cuatro tramas: la protagonizada por los jóvenes, la historia de Teseo e Hipólita, la desarrollada por los artesanos y la que particularmente desenvuelven las hadas. A pesar de lo complejo que pueda parecernos el desarrollo de la ficción, el dramaturgo la compone y desarrolla elegantemente haciendo gala a su personal enfoque y toque a la hora de escribir. Ciertos aspectos demuestran que se basó en determinadas historias y personaje, sobre todo pertenecientes a la mitología, pero a pesar de ello es una de las obras más originales y personales del autor. Al contextualizar la historia en Atenas, está repleta de referencias mitológicas, otorgándole así un punto a favor que atraerá a los lectores amantes de esta cultura. Respecto al género comedia, el mismo también tiene cabida en este texto  desatinado, topándonos con diálogos y situaciones de lo más cómicas y divertidas, y en particular las que lleva a cabo Puck.

    

     Pero aunque su lectura nos pueda resultar un instante de desconexión con nuestra realidad, algo prácticamente banal con lo que distraerse y que podría ser comparado con un cuento, tras adentrarnos en este argumento algo caótico, rápidamente conectarás con los personajes y formarás parte de la representación. Nos equivocamos si la concebimos como algo superficial, intrascendental e irrelevante, pues la intencionalidad está muy presente como sucede con las demás creaciones del autor, suponiendo otra crítica más a las imposiciones sociales de la época, como por ejemplo el tema del matrimonio y como estos se podían llegar a pactar. Otro aspecto a destacar es el desarrollo y la profundidad que Shakespeare les concede a ciertos personajes, sobre todo femeninos, como son el de Hermia y Helena, de cuyas vidas se nos desvela más, centrándose especialmente. Juega constantemente con los dobles sentidos, con una ambigüedad sublime, jugando con la libertad que implica la noche y el bosque, la realidad frente a la imaginación y la fantasía propia de la ensoñación, incluso aborda la infidelidad, todo ello disfrazado de una teatralidad humorística. 
 
    No sería de justicia  finalizaros mi referencia sin haceros mención a la edición que afortunadamente he podido disfrutar, y que ha repercutido muy positivamente en traducir mi lectura en algo aún más placentero y mágico si cabe. Las ilustraciones de Christian Birmingham otorgan vida no solo a los jóvenes enamorados, sino a todas esas criaturas del bosque que tantas historias protagonizan y que desde pequeños nos han hecho soñar. Resulta difícil describir la suavidad de sus tonalidades, el realismo de las mismas y ese toque de dulzura y armonía que se respira en algunas de sus representaciones. Bello trabajo que evidencia sin lugar a dudas una especial sensibilidad, propia únicamente de seres que han sido tocados y agraciados por unas bondades y aptitudes envidiables. Obra en su conjunto con un extraordinario acierto y de perfecta definición.


     Lectura breve, divertida e ideal para esta época del año, para esas largas noches donde resulta imposible conciliar el sueño. “El sueño de una noche de verano” resulta ser la delgada línea que separa el estado de la razón y la imaginación, sumergiéndonos en una fase de ensoñación, de duermevela donde no somos capaces de distinguir lo real de lo imposible. Pero eso sí, aferraos a este, nuestro mundo, para no ser  objeto del   juego de las hadas y el atolondrado Puck.


“El amor no mira con los ojos, sino con el alma”


Señor, ¡qué tontos son estos mortales!”


★★ 5/5




 

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