lunes, 11 de septiembre de 2017

RESEÑA #65 "LA HIJA DEL BOSQUE" - JULIET MARILLIER


TITULO: La hija del bosque (Daughter of the forest).
AUTOR: Juliet Marillier.
EDITORIAL: Edhasa.
Nº Pag: 576.
ISBN: 9788435021067.

SINOPSIS:
Sieteaguas, el último reino irlandés, se mantiene al margen de las invasiones de sajones y britanos gracias a la protección de una impenetrable esperusa en la que, según cuenta la leyenda, la Dama del Bosque protege a sus habitantes. El señor del reino, Lord Colum, es padre de seis hijos: Liam, el espíritu de liderazgo hecho hombre; Diarmid, amante de la aventura; los gemelos Cormack y Conor, cada uno con su vocación, el suversivo Finbar y compasivo Padriac. Sin embargo, será su única hija, Sorcha, a la que el padre no puede ver por considerarla la causa de la muerte de su amada esposa, la encargada de proteger a su familia no sólo de la magia oscura que se ha cernido sobre ella, sino también de la amenaza de la invasión de los britanos. Todo parece perdido cuando cae en manos del enemigo, pero Sorcha cuenta aún con la protección de la Dama del Bosque.


OPINIÓN PERSONAL
     El blog retoma nuevamente su actividad y para reanudar nuestro apartado de reseñas literarias, en este inicio tras nuestro descanso deseo compartir con vosotros “La hija del bosque” de Juliet Marillier, una lectura que he tenido ocasión de disfrutar este verano. 


     Juliet nace en Nueva Zelanda en 1948 y estudió arte y música en la Universidad de Otago, lo que le llevó a dedicarse a la enseñanza en este ámbito. Cantaba ópera y llegó incluso a dirigir coros, aunque ella misma se define como escritora, dedicándose en exclusiva desde 2002 a dicha pasión, la cual le ha otorgado numerosos premios y galardones. Sus orígenes irlandeses y escoceses la han inspirado en repetidas ocasiones para desarrollar sus relatos, en los cuales abundan la fantasía, la mitología y el folklore típico y característico de estas regiones y de su historia. Pertenece a la orden druida OBCD y es miembro del Partido Verde de Australia, país en el que reside actualmente, concretamente en Perth a orillas de un río en una pequeña cabaña. La obra que me ha permitido conocer a esta autora es de 1999, nominada y galardonada con el premio a la mejor novela romántica y de fantasía del año. Este libro da comienzo a una serie conocida como “Sieteaguas”, pero esta es una más de las numerosas sagas y breves escritos que llevan la seña y nombre de Juliet Marillier. Para mí el título que hoy os refiero, formaba parte de esa ingente librería pendiente de explorar por mí, hasta que llegó a mí a través de reseñas y comentarios. Fue así que pasé casi en un suspiro, de ser la autora y su primer libro, auténticos desconocidos, a brotar en mi interior esa corrosiva curiosidad, solo saciada cuando encontré la oportunidad de adentrarme entre sus páginas y descubrir a su protagonista, misteriosa y lacerada por momentos. Sin más rodeos ni dilaciones, intentaré aproximaros esta ficción.


       La joven Sorcha es la pequeña y única niña de los siete hijos que tiene Lord Collum, señor de Sieteaguas, el último reino de Irlanda. Este reino permanece protegido de las invasiones britanas y sajonas, una protección de origen un tanto místico y mágico y que tiene su origen en la leyenda de la Dama del Bosque. Sorcha nunca conoció a su madre, Niamh, la cual falleció al darla a luz, por lo que su vida está carente de la figura femenina, siempre rodeada de hombres. Liam, Diarmind, los gemelos Cormack y Connor, Fianbar y Padriac no solo son sus hermanos, sino que prácticamente actúan como sus tutores enseñándole a desenvolverse por el bosque, jugando y actuando como un chico. Sorcha adora recorrer el bosque descalza y siente un gran interés por las plantas, lo que le lleva desde pequeña a actuar como curandera, además sabe hablar, escribir y leer inglés. Mucho de sus conocimientos son adquiridos gracias a un amigo de la familia, el padre Brien, un religioso cristiano que instruye a los hermanos y hacia el cual profesan un enorme cariño y un respeto mutuo hacia las creencias tan diferentes que siguen. De tez clara, cabellos oscuros y rizados y con unos enormes y preciosos ojos verdes, la belleza de nuestra protagonista se asemeja cada vez más, a medida que crece, a la de su desaparecida madre algo que no pasa desapercibido para su padre, al cual le atormenta la mera presencia de su hija. Pero pronto las huidas al bosque y sus juegos fraternales verán su fin cuando Lord Collum anuncie su repentino compromiso con la Dama Oonagh, una mujer de bellos rasgos, con cabello rojizo y más joven que su prometido. Al mismo tiempo llega al reino un joven prisionero britano, el único superviviente de su ejército y que será torturado por los hombres del Lord. Nuestra protagonista no es consciente que la llegada de estas dos nuevas personas, la Dama y el prisionero,  representarán un drástico cambio en su vida, cuyos papeles marcarán un punto de inflexión que le constreñirá a seguir un camino nunca imaginado, conduciéndola a vivir y sufrir los años más difíciles de su existencia con el único objetivo de proteger a sus seres queridos, y llevándole incluso a asumir una penitencia que le resultará insufrible e interminable y que se intensificará a causa de la soledad. Será presa de un cautiverio, dejando atrás todo lo que amaba y aunque por momentos será capaz de atisbar un poco de luz en toda esa oscuridad, nunca se podrá permitir ni un breve instante de felicidad. Su vida no le pertenece, los abominables acontecimientos sobrevenidos le imponen la irrenunciable responsabilidad de quién ama, la cruenta realidad de iniciar una nueva vida resignada y abdicada, pero con una inquebrantable abnegación que mantienen la llama de su vida, cuyo objetivo para ella es infinitamente mayor que su propia existencia.


       Juliet narra la historia en primera persona, nos sitúa desde la perspectiva de Sorcha, lo que nos permite percibir el cariño y amor que recibe de sus hermanos, en esos primeros y emotivos años de la joven. Pero también tan privilegiada posición nos proporcionará la necesaria comprensión de su sufrimiento, particular y especialmente a raíz del suceso clave provocado por la Dama Oonagh. Leí  referencias que mencionaban este aspecto, pero una vez más confieso algo sorprendida, que no tarde en confirmarlo, comprobando que el modo de transmitir elegido por la autora, sus palabras, ese comprensivo lenguaje, y en definitiva su  personal expresión, son capaces de convencer al lector, haciendo, creedme, muy posible que sintamos ese desgarrado sufrimiento y dolor, tanto físico como emocional, aún desde la placidez y comodidad de nuestro lugar preferido de lectura.  

       
    Respecto a los personajes debo añadir que me gustó el modo en el que estaban definidos, todos diferentes, cada uno con sus peculiaridades. Llegas a empatizar fácilmente  con muchos de los personajes, e igualmente llegas a tomarles cariño a los hermanos de la protagonista, del mismo modo que a otros personajes que se van cruzando en la vida de la chica. Pero la autora también crea personajes repulsivos, los cuales despiertan tus instintos de odio. Por su parte, Sorcha manifiesta una fuerte personalidad, fiel a sus ideales, siempre interesada en ayudar a los demás y a diferencia de lo que sus hermanos piensan, es capaz de desenvolverse por sí sola. A medida que pasa el tiempo, se va convirtiendo en una joven con un carácter férreamente forjado y fraguado por sus crudas vivencias, que se protege tras un armazón y que aunque muestra una apariencia frágil y débil tiene una increíble capacidad de soportar el sufrimiento. El modo de hacernos vivir esta ficción, a través de Sorcha, posibilita que compartamos con ella todo lo bueno que experimenta , pero del mismo modo nos hace partícipe irrenunciablemente de su dolor, siendo así que será el personaje que conoceremos con profundidad.



       Debo confesar que por lo abultado del  ejemplar, impone cuando lo tienes en tus manos, pero os puedo asegurar que una vez iniciada su lectura, el interés que os despierta inicia un círculo vicioso que motiva  su continuidad de inmediato, ignorando con prontitud su voluminoso y engañoso aspecto. Es cierto que en determinados tramos hubiese deseado que todo se desarrollase de modo más acelerado, pero luego descubres que Juliet cuida cada detalle, cada diálogo, cada acontecimiento con la intención de que, por insignificante que resulte, aporte su sentido a la historia. Otro aspecto destacable resulta el hecho de que se base en uno de los célebres cuentos de los hermanos Grimm, que se sitúe en un contexto histórico y en la antigua Irlanda y Britania, lo que me cautivó aún más. La naturaleza y todos sus elementos desarrollan un papel fundamental en el relato. Punto a favor para todos aquellos a los que también le apasionen y se sientan atraídos por las historias donde el folklore y las creencias celtas de estas regiones tienen también su protagonismo, haciéndonos creer que todo es posible. 


       Podría dedicarles líneas y líneas, dada la extensión y todo lo acaecido entre sus páginas, pero entonces os privaría de la sensación que provoca el ir descubriendo por primera vez cada paso que Sorcha da. Sin duda, y tan pronto como tenga ocasión, continuaré leyendo a Juliet con su serie “Sieteaguas”, porque “La hija del bosque” no solo nos presenta una historia tan antigua como el conflicto entre los cristianos y paganos, sino que también nos muestra que el amor, en sus diferentes formas, puede con lo imposible, por muchos obstáculos y barreras que existan,…todo ello rodeado de un halo fantástico basado en el fuerte vínculo entre el hombre y la naturaleza.


"Mi mundo estaba cambiando, y yo no estaba preparada para ello"


"La vida real no es como en las historias. En los viejos cuentos, suceden cosas malas, y cuando la historia se ha desplegado y llegado a su triunfante conclusión, es como si las cosas malas nunca hubieran existido. La vida no es tan simple como eso, no exactamente”


★ 4,5/5

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