lunes, 30 de octubre de 2017

ALL HALLOWS READS BOOK TAG




     ¡Hola readers! La entrada de hoy deseaba dedicarla a la festividad que estos días impregna el ambiente de un halo misterioso y, en los últimos años, también dulce… ¡Esto es Halloween! (como cantan en “Pesadilla antes de Navidad”) y como no podía ser de otro modo, en el blog podréis disfrutar de este original Tag creado por Silvia (“El principio del cuento”) y que a su vez también realizó “Magrat Ajostiernos” en su divertido y maravilloso canal. Como fan de esta fiesta y la historia que hay detrás, quería hacerle mi pequeño homenaje respondiendo a sus cuestiones y compartiendo, una vez más, mis experiencias literarias. ¡Comencemos! 




Ya está finalizando Octubre, estás impaciente porque llegue Halloween, echas la vista atrás y recuerdas un libro que has leído especialmente por estas fechas.

     Siendo sincera, nunca llegué a organizarme correctamente para poder dedicarme a una lectura propia del género en esta festividad. Por uno u otro motivo, siempre se acerca la fecha y procuro disfrutar de los días visionando películas o series típicas de Halloween y que nos embriaga de ese espíritu. Pero quizá cite “Drácula” de Bram Stoker que recuerdo leerla por vez primera aproximadamente en esta época del año. 



Te gusta mucho leer libros de terror o de misterio durante este mes pero hay uno que te dio bastante miedito.

     No leo tantos libros de terror como quisiera o pudiera, pero teniendo presente los que he podido leer hasta el momento y, como fue el que me inició en este género, nombraré “El gato negro” de Edgar Allan Poe. Recuerdo que lo leí siendo pequeña y me impactó de tal modo que cada cierto tiempo volvía a sus páginas para rememorar esa sensación de angustia y agonía que solo es capaz de transmitir Poe a través de su pluma. Con el paso de los años fue, como no, Stephen King quien logró que sintiese miedo hacia algo que, aunque en ocasiones tomaba una determinada forma, resultaba ser algo irracional y desconocido. Como no podía ser de otro modo, supongo que todos sabréis que me refiero a “It”…¡tú también flotarás!


 Mientras todos salen y se disfrazan esa noche, tú te quedarás en casa disfrutando de una buena lectura. ¿Qué libro del género de terror o misterio vas a leer este año sí o sí?

    He oído muy buenos comentarios tanto del título en cuestión como de su autor, así que creo que le daré una oportunidad a “La feria de las tinieblas” de Ray Bradbury. No he tenido ocasión de leer ninguna de las obras de Bradbury, pero tras indagar un poco he podido comprobar que también es un experto en este género, por ello creo que es una buena ocasión para iniciarme en su narrativa.



Libro inquietante que ansíes leer pero que aún no tienes (guiño sutil a amigos y familiares).

     “Otra vuelta de tuerca” de Henry James. Hace ya algún tiempo que tengo interés en descubrir de que trata exactamente esta historia sobre fantasmas protagonizada por una institutriz que trabaja cuidando a dos niños en una mansión victoriana. 


Hay algún indeciso que no se anima con el género de terror, qué libro recomendarías para que se inicie en él.

     Creo que le aconsejaría que se iniciase en el género con “Frankenstein” de Mary W. Shelley. Elijo este título porque no es 100% terror, tiene numerosos momentos y situaciones que invitan al lector a reflexionar, planteándonos cuestiones morales. Ello compensa el miedo que pueda pasar a lo largo de otros tramos de la lectura, resultando un inicio idóneo en el género para aquellos que aún no se hayan atrevido o que no les agrade en su totalidad. 

 

Las películas de miedo inundan la televisión estos días, ¿una adaptación que hayas visto de un libro terrorífico?

     Me encantan las películas de terror, aunque reconozco que con el paso del tiempo ha ido decayendo el nivel y acaba dando más miedo el sinsentido y absurdo del guion que la historia en sí. Ya que lo comenté con anterioridad y la he visionado recientemente, citaré “It”. La verdad es que esta nueva versión la encuentro más fiel que la anterior adaptación, me encantó la atmósfera que crea el director y como nos va presentando situaciones realmente inquietantes y algo tétricas por momentos, la caracterización y perturbadora actuación de Pennywise…además como no enamorarse de ese maravilloso “Losers´ Club”.

 

Las películas están muy bien pero no hay nada como un buen libro. Nombra un clásico y un libro contemporáneo del género que te hayan gustado.

     De clásicos nombraré “El gato negro” de Edgar Allan Poe ya que, como mencioné con anterioridad, fue mi primera toma de contacto tanto con el célebre escritor como con el género de terror y quedé fascinada por completo. Entre los contemporáneos, al ser de quien más obras he leído y al resultarme complicado decantarme por una sola, nombraré a un escritor, que en este caso será el maestro Stephen King.  


Y por fin llega la noche de Halloween y con ella los niños, que tocarán a tu puerta diciendo eso de “Truco o Trato” (léase con voz infantil y repelente) y como no tienes golosinas decides sacar un libro de portada terrorífica para asustarlos. ¿Qué libro con portada terrorífica usarías para ahuyentarlos?

     Hay que tener presente que los niños en la actualidad rara vez se asustan sin más o con facilidad, pero les mostraría el “Bestiario” de H.P. Lovecraft. Es extraño y hasta a mí me impresiona un poco observar las ilustraciones con esos colores y esas criaturas propias de otro mundo. Que no os engañe el poco grosor del ejemplar, ya que la portada solo es un anticipo de las numerosas ilustraciones que en su interior podremos encontrar y que mostraría a todo aquel que viniese llamando a la puerta durante esa noche.


Pero los niños de hoy no tienen miedo a nada. Libro que debería haberte dado miedo y no lo hizo.

    “Frankenstein” de Mary W. Shelley. Aunque es reconocida como una de las novelas góticas por excelencia, no despertó mi miedo, más bien la recuerdo con cierto cariño, sobre todo hacia la criatura. Cuando la leí, el temor que sentí fue hacia nosotros mismos por lo crueles e inhumanos que podemos llegar a ser.

 
 Todos van disfrazados, ¿personaje terrorífico que no te gustaría tropezarte esa noche?

     Teniendo en cuenta que es una noche donde el mundo de los vivos y de los muertos se conectan y hasta lo más ilógico e irracional parece tener cabida, de todos los seres que el género de terror literario acoge entre sus páginas, no me apetecería para nada encontrarme de frente con alguna criatura lovecraftiana.
 
Pasas por delante de tu estantería y ves ese libro de portada horrorosa a más no poder.

   Me resulta difícil decidirme por una sola, no es que sean excesivamente horrorosas, pero es cierto que podrían mejorar y si ya las comparamos con las ediciones en inglés… ¡tienen tanto que aprender de ellas!


Libro de terror que esté entre tus favoritos.

    Aun no tengo uno definitivo, me hayo en la búsqueda constante por ver cual se lleva dicho título. Pero podría decirse que, hasta ahora, los clásicos son los que más suelo disfrutar y los que predominan entre mis lecturas del género de terror o gótico. Creo que pocas historias consiguen generar un ambiente tan lúgubre y con personajes tan tenebrosos como los que reúnen los clásicos. 


Invita a alguien a que haga este Book Tag y recomiéndale un libro para que pase la noche de Halloween leyéndolo.

    
  Como siempre, dejo una invitación abierta a quien desee realizar este divertido Tag para que comparta con todos sus lecturas más terroríficas y pueda recomendar sus favoritas. ¿Qué cuáles son mis recomendaciones? Cualquier selección de cuentos o relatos de Edgar Allan Poe o por ejemplo, “La familia del Vurdalak” de Alexei Tolstoi. Ambas son unas lecturas breves e idóneas para leer durante esta festividad. Para los menos valientes, “Coraline” de Neil Gaiman, que aunque pueda parecernos apta para todos los públicos, es una historia que a medida que avanza, se vuelve más macabra y retorcida…pero resulta una buena combinación entre diversión y sustos.





Hasta la próxima readers, ¡Felices lecturas y Feliz Halloween!


lunes, 23 de octubre de 2017

RESEÑA #70 "SIEMPRE HEMOS VIVIDO EN EL CASTILLO" - SHIRLEY JACKSON


TITULO: Siempre hemos vivido en el castillo (We have always lived in the castle).
AUTOR: Shirley Jackson.
EDITORIAL: MINÚSCULA.
Nº Pag: 204.
ISBN: 9788494534867.

SINOPSIS:
Merricat lleva una vida solitaria en una gran casa apartada del pueblo. Allí pasa las horas recluida con su bella hermana mayor y su anciano tío Julián. En el hogar de los Blackwood los días discurrían apacibles si no fuera porque los otros miembros de la familia murieron envenenados allí mismo, en el comedor, seis años atrás.






OPINIÓN PERSONAL

     Aprovechando que se acerca la celebración más esperada durante todo el año para  consagrar a la perfección la unión del mundo de los vivos y el reino de los muertos, en efecto me refiero a Halloween, y que comienza a respirarse ambiciosamente un “tufillo” que nos transporta irremediablemente a esa misteriosa y hoy en día, divertida tradición,  he optado por seleccionaros una lectura apropiada para el momento, siendo conscientes todos que en estos días la televisión, la radio y resto de medios de información  se harán eco de ello. Su autora, la célebre Shirley Jackson, completa desconocida para mí debo reconocerlo, recibió buenas críticas y elogios por el libro, argumentos que decidieron el interés por “Siempre hemos vivido en el castillo”, publicado en 1962. La autora nace en 1916 y su llegada al mundo marcaría la relación tan distante y tensa que años después tendría con su madre ya que esta no esperaba la llegada de Shirley tan pronto, confesando que deseaba disfrutar del inicio de su matrimonio. Durante su infancia, en la escuela no se sentía cómoda, no encajaba con el resto de niños y recibía constantemente la atención de los profesores por su escritura. Posteriormente se trasladará a la Universidad de Siracusa donde comienza a crecer tanto en el ámbito social como en el creativo, comenzando a involucrarse muy activa y participativamente en revistas literarias. A pesar de todo ello Shirley no encajaba en el organigrama establecido por la sociedad de la época, la cual dictaba determinados cánones femeninos de comportamiento y conducta, con los cuales nuestra escritora ni se identificaba ni se veía reflejada. Contrae matrimonio con Stanley E. Hyman quien fue profesor del Bennington College y con el que tiene cuatro hijos, los cuales les servirían de inspiración para los personajes a los que Shirley posteriormente daría vida en sus obras. Pero el matrimonio estaba plagado de infidelidades por parte de Hyman y este controlaba y gestionaba los ingresos de la escritora e incluso la obligaba a hacerse cargo del hogar y el cuidado de los niños, algo que con los años comenzó a pasarle factura a Shirley. Abrumada y sobrepasada por el devenir de su existencia, fuma, bebe y tomaba barbitúricos por prescripción médica, y a todo ello le suma un consumo incontrolado de anfetaminas, con la que confiaba le ayudarían a reducir su sobrepeso. Oprimida en todos los sentidos y recluida en su hogar durante el último año de vida, padeciendo una severa agorafobia, su declive progresivo y acelerado acabaría rápidamente con ella, falleciendo a la edad de 48 años. La escritora por excelencia, de la novela de terror del s. XX, tuvo una vida propia de sus creaciones e historias, rodeada de un halo de misterio hasta tal punto que su marido contribuyó a enriquecerlo al confesar  en repetidas ocasiones que ejercía la brujería; y aunque ella lo desmintió siempre,  nos quedará la duda de cuanto de verdad había en esas palabras y si se trataba de puro markenting. Tras leer su biografía con interés, no solo pude acceder a una vida controvertida y truculenta, sino a importantes títulos que hoy forman parte de su legado, por lo que a buen seguro ahondaré en la lectura de sus obras, eligiendo en primer lugar  “Siempre hemos vivido en el castillo” por convencerme la crítica y despertar mi curiosidad.

    
   Mary Katherine “Merricat” Blackwood es una chica de dieciocho años que vive junto a su hermana mayor, Constance, y su tío Julian Blackwood en el estado de Vermont. Hace seis años que la tragedia se cebó en el hogar llevándose la vida de cuatro de los miembros de la familia a causa de un envenenamiento por arsénico. El hecho de que ellos tres sobreviviesen sembró la duda y sospecha entre los habitantes del pueblo, los cuales actúan con repulsión y rechazo hacia la familia Blackwood, pero esto es algo que a Merricat no le preocupa en absoluto. Tal y como ella misma se define es sucia y malhumorada, su carácter es infantil a la par que terco, indomable y salvaje, y le apasiona salir a los alrededores de la casa acompañada de su gato Jonas. Constance tiene veintiocho años, de cabellera rubia, le encanta cocinar y padece agorafobia no habiendo abandonado el hogar desde que tuvo lugar el fatídico acontecimiento. Y el tío Julian aunque sí llegó a tomar arsénico, la pequeña cantidad que recibió su cuerpo le dejó como secuela el quedar postrado de por vida en una silla de ruedas y con el devenir de los años su salud mental ha ido desvariando notablemente. Por otra parte, Merricat no es una bruja al “uso”, tal  cual la  concebimos, pero practica “rituales mágicos” con la ayuda de objetos familiares con la intención y finalidad de mantener la unidad de la estirpe, convertir la casa en una especie de cápsula inalterada por el tiempo y frente a la maldad de los vecinos, los cuales observan el inmueble y a sus moradores como testigos impertérritos de un pasado luctuoso. Todo parece transcurrir con normalidad hasta que la joven presiente que un cambio importante en sus vidas les acecha, la llegada de una determinada persona, algo contra lo que no puede reaccionar ni poner remedio y que inexorablemente modificará la rutina y tranquilidad de todos. 


     Como he referido, es la primera vez que entro en contacto con la narrativa de Shirley y la verdad es que en este aspecto la novela me ha cautivado. Sorprende el hecho contradictorio que reside en las descripciones y el desarrollo de la historia, con detalles y cierta profundidad pero, al mismo tiempo, carente de sentimientos y emociones. Puede que se deba a que la autora habla en boca de Merricat y quiera otorgarle ese espíritu frío que predomina en la protagonista, ejecutándolo correctamente. Precisamente es a este personaje al que mejor conocemos y a pesar de su extravagante imaginación y su actitud y comportamiento pueril, denota por momentos una inteligencia y maldad sin parangón. Destacar esa obsesión que le domina por controlar el transcurso de los acontecimientos, obedeciendo a una rutina diaria con la finalidad de que todo continúe igual y cualquier cambio es percibido como una amenaza, algo que vislumbra en el personaje cierto comportamiento paranoide. De igual modo, el dominio que ejerce sobre el resto de miembros de la familia es asombroso en el sentido de que, sin necesidad de hacer o decir nada, todo al final se desarrolla y ejecuta tal y como Merricat pretende, sucumbiendo a su antojo.


     Debo confesar que discrepo con la mayoría de opiniones y críticas que he leído al respecto. Es una historia breve y a medida que avanzas compruebas que, en resumen, esta podría haber sido redactada en un menor número de páginas, sobrándole en mi humilde opinión, muchas de las que posee el libro, pero obviamente hablamos de una ficción concebida por una persona en un contexto que difiere enormemente de nuestro tiempo. No es una historia de fantasmas, ni brujas, ni un terror que podamos representar y volcar sobre un ser determinado, más bien es una historia gótica, donde el terror psicológico tiene un papel fundamental y donde es cierto que experimentamos esa sensación de que constantemente se avecina algo oscuro o que vamos a presenciar un temido acotamiento. Interesante es también como Shirley vuelca ciertos aspectos personales en la historia, sobre todo de la última etapa de su vida, como por ejemplo su temor a los espacios abiertos y a relacionarse en sociedad, denotando claramente ciertas pinceladas biográficas que, obviamente supongo, necesitaba expresar de algún modo y que lo hizo utilizando los medios que tuvo a su alcance y de la mejor forma que sabía hacer.

      Como ocurre con muchos otros ejemplares, las ediciones de las que disponemos en nuestro país no son muy atractivas por así decirlo. Por ello, y si os atrevéis a leerlo en inglés, podréis disfrutar de esta preciosa edición que capta a la perfección el espíritu de la historia, en un mundo en el que por momentos, y en palabras de Merricat, todo se vuelve lúgubre, blanco y negro e insulso. “Siempre hemos vivido en el castillo” es una historia de amor fraternal, de perversión, soledad y miedo en un mundo donde aún no sabemos a quién temer y culpar. ¿Son los miembros supervivientes  de esta misteriosa familia quienes deben recibir nuestra reprobación, rechazo y latente y permanente sospecha, o son los inhumanos pueblerinos quienes deben gozar de la culpa y todo mal  cuanto acontece en nuestra ficción?  No debes dejarte engañar por la aparente sencillez del argumento, el cual se encuadra en una embaucadora complejidad, tornándose por momentos en un relato contradictorio y delirante. Aunque con ciertas reticencias, mi primer contacto con Shirley ha sido lo suficientemente convincente como para abrirle las puertas de mis sentidos, por lo que seguir conociendo su pluma es ya un firme compromiso por mi parte.


“Los Blackwood nunca tuvieron nada que ver con la degradación del pueblo (…) Siempre pensaba en la putrefacción al acercarme a la hilera de tiendas; pensaba en quemar la podredumbre negra y dolorosa que lo corrompía todo desde dentro y tanto daño hacía. Eso era lo que deseaba para el pueblo.”

★ 3,5/5