TITULO: La invención de Hugo Cabret (The invention of Hugo Cabret).
AUTOR: Brian Selznick.
EDITORIAL: SM.
Nº Pag: 534.
ISBN: 9788467520446.
SINOPSIS:
Hugo es un chico que vive entre la miseria en una estación de
ferrocariles en París. Su supervivencia depende de que nadie sepa de su
existencia; sin embargo, un día es descubierto por una chica muy
peculiar y por un viejo juguetero. A partir de ese momento su vida
cambia y se verá envuelto en un intrincado misterio.
Una novela que combina elementos de los álbumes ilustrados para crear
una nueva experiencia lectora.
OPINIÓN PERSONAL
El título de hoy es una invitación
irrechazable, una propuesta con todos los atractivos posibles para el deleite
de los sentidos, en definitiva un billete hacia el destino siempre deseado por
el lector aventurero que ansía disfrutar de una buena historia y vivirla desde
dentro como cualquiera de sus personajes. Todo ello es posible gracias a Brian
Selznick y su obra “La invención de Hugo
Cabret”. Brian nació en 1966 en Nueva Jersey y se graduó en el Rhode Island
School of Design y con posterioridad trabajó durante tres años en Manhattan en Eeyore's
Books for Children, mientras compaginaba
dicha labor con la creación de su primer libro, “The Houdini Box”. Brian es escritor e ilustrador de libros para
niños y jóvenes, suscribiendo numerosos títulos en los que vuelca y combina sus
dos pasiones, ya sea escribiendo o diseñando las ilustraciones. El título que
os presento fue publicado en 2007, recibió el premio Medalla Caldecott y el
reconocimiento de la crítica, resultando lo suficientemente interesante como
para captar la atención de uno de los directores de cine más prestigiosos, el
reconocido Martin Scorsese, quien la adaptaría a la gran pantalla,
posibilitando emocionar a un público más extenso al conceder vida a esta
increíble historia. A pesar de todo ello, y de las buenas críticas no he
querido disfrutar de esta versión hasta primero complacerme con recrearme en
cada página y dejar que mi imaginación tomase la dirección de mi particular
adaptación cinematográfica, no condicionándome con la película de Scorsese. Mi
sorpresa es mayúscula cuando ante mí no encuentro un libro común sino, en
palabras de su propio autor, una combinación entre libro, novela gráfica e
incluso película, acogiendo un sinfín de ilustraciones en blanco y negro que
complementan las palabras de Brian y que hablan por sí solas. Creación original
como pocas, seducen, te lo puedo asegurar, a cualquier amante de este género.
Brian nos sitúa en el París de 1931 en la
estación de tren en la que vive solo Hugo Cabret, un chico de 11 años. Entre
sus paredes y respiraderos Hugo se siente seguro, no conociendo otro hogar que
este lugar. Su vida, un tanto mísera, se resume en intentar robar algo con lo
que alimentarse y mantener siempre en puntual funcionamiento los diferentes
relojes de la estación ferroviaria. Pero Hugo tiene un objetivo vital, y es
recabar el mayor número de piezas posible que le permitan arreglar y regresar a
la vida al pequeño robot autómata en el que trabajaba su padre antes de que
falleciera. Para ello se ayuda del cuaderno de dibujos y bocetos que este le
legó y en el que explica pormenorizadamente los pasos necesarios para arreglar
esta peculiar figura. Un día, su atrevido y descarado exceso de confianza en
apropiarse de lo ajeno le falla, logrando capturarle el juguetero Georges
Méliès, cansado y harto de ser su principal víctima, arrebatándole a Hugo su bien
más preciado, el cuaderno de notas de su padre. Para recuperarlo se convierte
en la sombra del juguetero y es así como conoce a Isabelle, la ahijada de
Georges, una niña curiosa a la que le apasiona el cine y la literatura. Esta
acabará ayudándole a recuperar su cuaderno y juntos se embarcarán en un
descubrimiento que pondrá el mundo de Hugo patas arriba y cambiará su vida por
completo.
Brian toma el personaje del célebre cineasta
Georges Méliès y uno de sus desaparecidos autómatas para plantearnos un
supuesto: ¿Qué hubiera ocurrido si
alguien como Hugo lo hubiera encontrado? Por ello, la historia se basa en
un personaje real, en sus obras y en parte de su vida, para crear así un hilo
argumental ficticio. Por otro lado, el autor divide el relato en dos partes
enlazando la resolución de la primera con el inicio y origen de la siguiente.
La combinación anteriormente citada, de narrativa e ilustraciones, convierten
la lectura en una experiencia liviana y diferente, captando la atención del
lector y alimentando su necesidad de seguir avanzando en el relato, por lo que
la pausa es un lujo del que se decide prescindir. La amplia colección de
preciosas ilustraciones halladas entre sus
páginas crea la sensación de estar visualizando un antiguo y clásico
metraje. Algo no casual, muy al contrario es intencionado puesto que el cine
ejerce un papel fundamental en la historia. Esta presentación hará las delicias
de todos aquellos cinéfilos curiosos de conocer los orígenes del mundo del
celuloide. Personalmente lo agradecí resultándome un delicioso acicate y que
favoreció que lo devorase en tiempo récord.
Aunque son varios los personajes que
confluyen en el relato, la trama se focaliza en el círculo más cercano a Hugo,
permitiéndonos conocer mejor el aspecto y carácter de los mismos. El joven
protagonista es despierto, intrépido y audaz, se siente mal llevando el estilo
de vida que se le ha impuesto, pero es fundamental para su supervivencia. Desde
muy pequeño nuestro protagonista muestra una pasión absoluta y vocacional por seguir
los pasos de su padre, haciendo alarde de un inusitado y amplio conocimiento en
la materia. Hugo convence al lector
prontamente, logrando arrebatarte un guiño cómplice a cada paso de página, y
cautivándote sutilmente, poco a poco,
hasta encariñarte con su figura, la de un pequeño héroe capaz de proyectar una
gigantesca sombra de colores capaces de iluminar tu rostro y provocar lazos de
cómplice afinidad. Algo que se incrementó tras ver algunas imágenes de su
adaptación cinematográfica, ya que me lo imaginé con un aspecto muy similar al
de este (además adoro a ese actor desde que lo vi en “El niño con el pijama de rayas”).
Podría continuar referenciándoos esta
fascinante obra, pero prefiero no privaros de la oportunidad de sorprenderos y
gozarla en primera persona, adentrándoos en un mundo mágico apto para todos los
públicos, dispuestos a viajar al esplendor dorado de una fascinante ambientación y estéticas parisinas, donde la magia,
el ilusionismo y cada nuevo descubrimiento,
invitaban a soñar que los
imposibles no existen. “La invención de
Hugo Cabret” es la ensoñación no solo de Hugo, también terminará siendo la
tuya cuando te zambullas en su mundo.
“Tal vez sea esa la razón de que las máquinas rotas resulten tan
tristes: ya no pueden cumplir con el propósito para el que fueron creadas (…)
Puede que ocurra lo mismo con la gente, si dejas de tener un propósito en la
vida es como… como si te rompieras.”
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