TITULO: La hija del bosque (Daughter of the forest).
AUTOR: Juliet Marillier.
EDITORIAL: Edhasa.
Nº Pag: 576.
ISBN: 9788435021067.
SINOPSIS:
Sieteaguas, el último reino
irlandés, se mantiene al margen de las invasiones de sajones y britanos
gracias a la protección de una impenetrable esperusa en la que, según
cuenta la leyenda, la Dama del Bosque protege a sus habitantes. El señor
del reino, Lord Colum, es padre de seis hijos: Liam, el espíritu de
liderazgo hecho hombre; Diarmid, amante de la aventura; los gemelos
Cormack y Conor, cada uno con su vocación, el suversivo Finbar y
compasivo Padriac. Sin embargo, será su única hija, Sorcha, a la que el
padre no puede ver por considerarla la causa de la muerte de su amada
esposa, la encargada de proteger a su familia no sólo de la magia oscura
que se ha cernido sobre ella, sino también de la amenaza de la invasión
de los britanos. Todo parece perdido cuando cae en manos del enemigo,
pero Sorcha cuenta aún con la protección de la Dama del Bosque.
OPINIÓN PERSONAL
El
blog retoma nuevamente su actividad y para reanudar nuestro apartado de reseñas
literarias, en este inicio tras nuestro descanso deseo compartir con vosotros “La hija del bosque” de Juliet Marillier,
una lectura que he tenido ocasión de disfrutar este verano.
Juliet nace en Nueva Zelanda en 1948 y
estudió arte y música en la Universidad de Otago, lo que le llevó a dedicarse a
la enseñanza en este ámbito. Cantaba ópera y llegó incluso a dirigir coros,
aunque ella misma se define como escritora, dedicándose en exclusiva desde 2002
a dicha pasión, la cual le ha otorgado numerosos premios y galardones. Sus
orígenes irlandeses y escoceses la han inspirado en repetidas ocasiones para
desarrollar sus relatos, en los cuales abundan la fantasía, la mitología y el
folklore típico y característico de estas regiones y de su historia. Pertenece
a la orden druida OBCD y es miembro del Partido Verde de Australia, país en el
que reside actualmente, concretamente en Perth a orillas de un río en una
pequeña cabaña. La obra que me ha permitido conocer a esta autora es de 1999,
nominada y galardonada con el premio a la mejor novela romántica y de fantasía del
año. Este libro da comienzo a una serie conocida como “Sieteaguas”, pero esta es una más de las numerosas sagas y breves
escritos que llevan la seña y nombre de Juliet Marillier. Para mí el título que
hoy os refiero, formaba parte de esa ingente librería pendiente de explorar por
mí, hasta que llegó a mí a través de reseñas y comentarios. Fue así que pasé
casi en un suspiro, de ser la autora y su primer libro, auténticos
desconocidos, a brotar en mi interior esa corrosiva curiosidad, solo saciada
cuando encontré la oportunidad de adentrarme entre sus páginas y descubrir a su
protagonista, misteriosa y lacerada por momentos. Sin más rodeos ni dilaciones,
intentaré aproximaros esta ficción.
La
joven Sorcha es la pequeña y única niña de los siete hijos que tiene Lord
Collum, señor de Sieteaguas, el último reino de Irlanda. Este reino permanece
protegido de las invasiones britanas y sajonas, una protección de origen un
tanto místico y mágico y que tiene su origen en la leyenda de la Dama del
Bosque. Sorcha nunca conoció a su madre, Niamh, la cual falleció al darla a luz,
por lo que su vida está carente de la figura femenina, siempre rodeada de
hombres. Liam, Diarmind, los gemelos Cormack y Connor, Fianbar y Padriac no
solo son sus hermanos, sino que prácticamente actúan como sus tutores
enseñándole a desenvolverse por el bosque, jugando y actuando como un chico.
Sorcha adora recorrer el bosque descalza y siente un gran interés por las
plantas, lo que le lleva desde pequeña a actuar como curandera, además sabe
hablar, escribir y leer inglés. Mucho de sus conocimientos son adquiridos
gracias a un amigo de la familia, el padre Brien, un religioso cristiano que
instruye a los hermanos y hacia el cual profesan un enorme cariño y un respeto
mutuo hacia las creencias tan diferentes que siguen. De tez clara, cabellos
oscuros y rizados y con unos enormes y preciosos ojos verdes, la belleza de
nuestra protagonista se asemeja cada vez más, a medida que crece, a la de su
desaparecida madre algo que no pasa desapercibido para su padre, al cual le atormenta
la mera presencia de su hija. Pero pronto las huidas al bosque y sus juegos
fraternales verán su fin cuando Lord Collum anuncie su repentino compromiso con
la Dama Oonagh, una mujer de bellos rasgos, con cabello rojizo y más joven que
su prometido. Al mismo tiempo llega al reino un joven prisionero britano, el
único superviviente de su ejército y que será torturado por los hombres del
Lord. Nuestra protagonista no es consciente que la llegada de estas dos nuevas
personas, la Dama y el prisionero,
representarán un drástico cambio en su vida, cuyos papeles marcarán un
punto de inflexión que le constreñirá a seguir un camino nunca imaginado,
conduciéndola a vivir y sufrir los años más difíciles de su existencia con el
único objetivo de proteger a sus seres queridos, y llevándole incluso a asumir
una penitencia que le resultará insufrible e interminable y que se
intensificará a causa de la soledad. Será presa de un cautiverio, dejando atrás
todo lo que amaba y aunque por momentos será capaz de atisbar un poco de luz en
toda esa oscuridad, nunca se podrá permitir ni un breve instante de felicidad.
Su vida no le pertenece, los abominables acontecimientos sobrevenidos le
imponen la irrenunciable responsabilidad de quién ama, la cruenta realidad de
iniciar una nueva vida resignada y abdicada, pero con una inquebrantable
abnegación que mantienen la llama de su vida, cuyo objetivo para ella es
infinitamente mayor que su propia existencia.
Juliet
narra la historia en primera persona, nos sitúa desde la perspectiva de Sorcha,
lo que nos permite percibir el cariño y amor que recibe de sus hermanos, en esos
primeros y emotivos años de la joven. Pero también tan privilegiada posición
nos proporcionará la necesaria comprensión de su sufrimiento, particular y
especialmente a raíz del suceso clave provocado por la Dama Oonagh. Leí referencias que mencionaban este aspecto, pero
una vez más confieso algo sorprendida, que no tarde en confirmarlo, comprobando
que el modo de transmitir elegido por la autora, sus palabras, ese comprensivo
lenguaje, y en definitiva su personal
expresión, son capaces de convencer al lector, haciendo, creedme, muy posible
que sintamos ese desgarrado sufrimiento y dolor, tanto físico como emocional,
aún desde la placidez y comodidad de nuestro lugar preferido de lectura.
Respecto
a los personajes debo añadir que me gustó el modo en el que estaban definidos,
todos diferentes, cada uno con sus peculiaridades. Llegas a empatizar
fácilmente con muchos de los personajes,
e igualmente llegas a tomarles cariño a los hermanos de la protagonista, del
mismo modo que a otros personajes que se van cruzando en la vida de la chica.
Pero la autora también crea personajes repulsivos, los cuales despiertan tus
instintos de odio. Por su parte, Sorcha manifiesta una fuerte personalidad,
fiel a sus ideales, siempre interesada en ayudar a los demás y a diferencia de
lo que sus hermanos piensan, es capaz de desenvolverse por sí sola. A medida
que pasa el tiempo, se va convirtiendo en una joven con un carácter férreamente
forjado y fraguado por sus crudas vivencias, que se protege tras un armazón y
que aunque muestra una apariencia frágil y débil tiene una increíble capacidad
de soportar el sufrimiento. El modo de hacernos vivir esta ficción, a través de
Sorcha, posibilita que compartamos con ella todo lo bueno que experimenta , pero
del mismo modo nos hace partícipe irrenunciablemente de su dolor, siendo así
que será el personaje que conoceremos con profundidad.
Debo
confesar que por lo abultado del ejemplar, impone cuando lo tienes en tus
manos, pero os puedo asegurar que una vez iniciada su lectura, el interés que
os despierta inicia un círculo vicioso que motiva su continuidad de inmediato, ignorando con
prontitud su voluminoso y engañoso aspecto. Es cierto que en determinados
tramos hubiese deseado que todo se desarrollase de modo más acelerado, pero
luego descubres que Juliet cuida cada detalle, cada diálogo, cada
acontecimiento con la intención de que, por insignificante que resulte, aporte su
sentido a la historia. Otro aspecto destacable resulta el hecho de que se base
en uno de los célebres cuentos de los hermanos Grimm, que se sitúe en un
contexto histórico y en la antigua Irlanda y Britania, lo que me cautivó aún
más. La naturaleza y todos sus elementos desarrollan un papel fundamental en el
relato. Punto a favor para todos aquellos a los que también le apasionen y se
sientan atraídos por las historias donde el folklore y las creencias celtas de
estas regiones tienen también su protagonismo, haciéndonos creer que todo es
posible.
Podría
dedicarles líneas y líneas, dada la extensión y todo lo acaecido entre sus
páginas, pero entonces os privaría de la sensación que provoca el ir
descubriendo por primera vez cada paso que Sorcha da. Sin duda, y tan pronto
como tenga ocasión, continuaré leyendo a Juliet con su serie “Sieteaguas”, porque “La hija del bosque” no solo nos
presenta una historia tan antigua como el conflicto entre los cristianos y
paganos, sino que también nos muestra que el amor, en sus diferentes formas,
puede con lo imposible, por muchos obstáculos y barreras que existan,…todo ello
rodeado de un halo fantástico basado en el fuerte vínculo entre el hombre y la
naturaleza.
"Mi
mundo estaba cambiando, y yo no estaba preparada para ello"
"La
vida real no es como en las historias. En los viejos cuentos, suceden cosas
malas, y cuando la historia se ha desplegado y llegado a su triunfante
conclusión, es como si las cosas malas nunca hubieran existido. La vida no es
tan simple como eso, no exactamente”
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