sábado, 24 de junio de 2017

RESEÑA #60 "HARALD EL VIKINGO" - ANTONIO CAVANILLAS DE BLAS


TITULO: Harald el Vikingo.
AUTOR: Antonio Cavanillas de Blas.
EDITORIAL: LA ESFERA DE LOS LIBROS.
Nº Pag: 440.
ISBN: 9788499702896.

SINOPSIS:
Harald Sigurdarson fue el vikingo más famoso de su tiempo. En pleno siglo xi, llevó a cabo un extraordinario viaje que abarcó unas distancias asombrosas: desde York hasta Jerusalén y desde Trondheim a Creta. Llegó a ser rey de noruega y sus hazañas tuvieron amplia repercusión en las sagas nórdicas. Antonio Cavanillas de Blas, novela con maestría la increíble vida de este hombre que peleó con su hermanastro, el futuro San Olav, para reconquistar el reino de Noruega; amó a hermosas mujeres; cayó prisionero en Rusia; y llegó a Constantinopla al mando de una tropa varega para servir en la guardia imperial y defender Bizancio. A su regreso a tierras noruegas, logró hacerse con la corona, pero no satisfecho con esto, se embarcó a la conquista de Inglaterra. En el verano de 1066, Harald el Vikingo desembarcó con trescientos navíos en las costas inglesas, dispuesto a vencer o morir. El destino tendría la última palabra.


OPINIÓN PERSONAL
        

     Esta semana reseño un libro que he leído recientemente y que resultando una apuesta segura ha colmado mis expectativas como esperaba, si bien tiene su parte crítica que luego os expondré. Perteneciente al género de aventuras, su historia se centra en la vida del noruego Harald Sigurdarson, “Harald el Vikingo”, como lo describe y titula su autor, Antonio Cavanillas de Blas. Sí, como ya habéis podido adivinar, es el turno de otorgarle protagonismo a este género de interés superlativo para hordas ingentes de lectores, ávidos de zambullirse en un mar de sentimientos y emociones extremas y radicales, que solo pueden generarte historias como esta. Su autor nace en el año  1938 en Madrid. De profesión cirujano, al término de su vida profesional, enfundo su instrumental quirúrgico para desarrollar su verdadera pasión, la literatura. Amante del arte, la cultura, la música y la pintura, dedicó su vida a recorrer medio mundo en la búsqueda de esa perfecta belleza estética, esa perfecta simbiosis y excelsa armonía que existía entre todas esas disciplinas. Experto en desarrollar novelas históricas, es un apasionado de visitar todos y cada uno de los rincones que en sus trabajos describe con tanto mimo y precisión, habiendo previamente para ello dedicado mucho tiempo en estudiar los enigmas que tan celosamente guardan nuestro rico patrimonio artístico mundial. La cultura y mitología vikinga está de moda y magnificas producciones televisivas como “Vikings” y “The Last Kingdom” explotan este género y este “boom” del momento. Mucho antes de tener contacto con estas series ya despertaba mi interés, que lógicamente se ha crecentado por el éxito alcanzado tras su emisión. Es un género épico, con un trascendental alcance social, y que contiene ingredientes tan interesantes como la mitología, el misterio, las creencias ancestrales, y que pese a su carencia respecto de una herencia escrita, su arraigo y tradición eran férreas e inquebrantables. No hay pretextos para dar una oportunidad a todo libro que refiera sobre su atrayente y sugestiva cultura.      

       Nuestro protagonista es el hijo bastardo de Harald, el rey de Noruega, siendo su madre Solvej, quien junto con su hermana menor fueron capturadas y raptadas para ser entregadas al monarca. Pese al afán y sed de venganza que desarrollaron los hermanos de éstas, Mad y Rulav, pronto se fueron difuminando al pasar a engrosar las filas de guerreros y con ello a aficionarse a dormir caliente, con el estómago lleno y bebiendo el hidromiel y la cerveza. Pese a todo, el rey Harald pronto desarrolla una pasión desenfrenada y amor verdadero por Solvej, despertando la envidia y rechazo de Ingerberg, la esposa del rey noruego y madre de su hijo primogénito y heredero, Olav. Aún con todo, nace Harald, nuestro héroe. Un giro inesperado en las vidas de los protagonistas, una muerte en extrañas y sospechosas circunstancias, cambiará el destino del pequeño Harald, siendo obligado a huir junto con su madre Solvej bajo la custodia y protección del hermano de esta, quien jura en el lecho de muerte al monarca que velará anteponiendo su propia vida, con cuidar, proteger y educar en el arte de la guerra a su sobrino. El paso de los años forjarán el cuerpo del muchacho, que siendo bebé fue llevado por su madre ante la presencia de una bruja hechicera que grabó tatuado detrás de sus orejas los dos cuervos sagrados del dios Odín, Hugin y Munin, capaces de verlo todo. Pese a haber recibido lecciones magistrales tanto de su madre como de su tío en distintos campos de la vida, el joven se siente arrastrado por una incontenible e irresistible necesidad por absorber toda información y conocimiento que guardan tanto libros como humanos, desarrollando su devenir diario en todo entorno y compañía que pueda verter en él información capaz de apaciguar su insistente inquietud. Paralelamente pese a su inmadurez y juventud, se ha convertido en un experto guerrero capaz de dejar boquiabiertos a propios y extraños, con una gallardía y destreza impropias de su edad. Aquí es donde comienza su temida y respetada fama, capaz de traspasar las fronteras de medio mundo. Arrastrado por sus inquietudes partirá a bordo de su nave “la Bizancio”, junto con su inseparable tío y sus incondicionales, hacia un destino incierto que les expondrá a infinitos peligros e incluso a prisión por su inquebrantable sentido de impartir justicia. Será su nobleza y su respetada espada la que lo excarcelen con la promesa de defender Kiev de los bárbaros asiáticos. Comenzará de este modo un incesante ir y venir hacia distintos destinos convirtiéndose todos en nómadas, amando con pasión la montaña, el mar, el hielo y el fondo y las entrañas de la tierra. Deberán enfrentarse a tártaros, uzbecos, piratas berberiscos, turcos y mongoles, en una constante lucha sin tregua, pugnando distintos monarcas y emperadores por sus valiosos servicios, y recuperando para ellos Alappo, Edisa, Somosata, Tarso, Konya, Pégamo, Abydas y otras muchas tierras ocupadas.

     Es destacable como durante sus viajes siempre se interesa por los vestigios griegos y romanos de la antigüedad, admirando su grandiosidad pensando que eran irrealizables. Su incansable aprendizaje es insaciable, gustando de conocer astrología, matemáticas, arquitectura, fauna y flora autóctonas, ciencia y gastronomía y credo y religiones. La filosofía le apasiona igualmente, cultivando por igual tanto al hombre como al guerrero. Conoce la pasión carnal como nadie junto a mujeres de distinto origen que le marcan y le dejan una huella indeleble, pudiendo así conocer la personificación del adulterio, el paradigma de la feminidad, la sensualidad y la provocación. Representadas todas en las distintas féminas que marcan su vida.

       Lo que me cautivó de este relato fue el hecho de que presenta una rica mezcolanza y diversificación de distintas culturas, civilizaciones, religiones, dioses y divinidades, mitos y héroes. Es así como conviven pacíficamente la mitología vikinga con otras mitologías como la griega, la romana, así como la egipcia, entre otras. De este modo el autor nos ofrece una constante fuente de saber, que interesará a buen seguro a todo aficionado.

       Es un libro entretenido, enriquecedor en cuanto a cultura general respecto de las muy diferentes disciplinas sobre las que trata y  refiere, que juega y flirtea pícaramente entre la ficción y la realidad, debiendo el lector ser consciente y permisivo con ciertas licencias que el autor se toma. No convenciéndome del todo Cavanillas de Blas en su forma de escribir y transmitir. Su perfil literario no llega a dejar  impronta alguna en mí, en el sentido de desear seguir conociendo su bibliografía. No digo que no vaya a leer otra de sus obras, pero no siento que deba otorgarle preferencia en estos momentos, pues si bien el relato es entretenido en su ficción, su estilo literario me deja algo indiferente.

    ¿Aconsejo su lectura? Pues francamente me ha gustado, si bien debo reconocer los “peros” que esta obra en mi opinión ofrece. El autor además de lo antedicho, abusa innecesariamente de tópicos eróticos y situaciones de excesivo morbo sensual que despista y confunde en ocasiones al lector, sinceramente prescindibles. Igualmente es abusón en la utilización de un lenguaje de extremo tecnicismo, valiéndose de expresiones tan sumamente sofisticadas en su gramática, que si eres un poco curioso y te gusta de aprender palabras nuevas, pronto te cansarás de tener que recurrir al diccionario a cada segundo. En lo que refiere a los hechos históricos y datos que el autor maneja y que ciertamente son contradictorios, lo mejor es que te despojes de este análisis prejuicioso antes de abordar “Harald el Vikingo” y la acojas precisamente como una novela de aventuras que te sustraiga de tu monotonía diaria y literaria y con la que pases un buen rato, igual que cuando vas al cine.

“De mi padre no tengo recuerdos. Amo a mi madre, que me crio a sus pechos. Por ello me siento antes guerrero y campesino que hijo de rey. Además no creo en prerrogativas ni en realengos. Cada hombre y cada mujer es hijo de sus obras. Solo los dioses reinan…”
 
★ 3,5/5

2 comentarios:

  1. No conocía esta historia, pero la verdad es, viendo la portada y de lo que trata, nunca me hubiera imaginado el abuso del lector de esos tópicos eróticos y no sé si eso me llama la atención o me echa para atrás xD Aun así, no descarto su lectura, porque nunca se sabe, pero estaré pendiente a más reseñas de la obra ^-^
    ¡Besos!

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    1. ¡Hola Kiera! Si te gusta este género y la cultura vikinga,en mayor o menor medida lo disfrutarás, yo lo hice, aunque presente las características citadas. Como comentas, no descartes del todo su lectura y concibe tu propia opinión :)
      ¡Un abrazo!

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