TITULO: El horror de Dunwich (The Dunwich horror).
AUTOR: H. P. Lovecraft.
EDITORIAL: LIBROS DEL ZORRO ROJO.
Nº Pag: 88.
ISBN: 9788496509924.
SINOPSIS:
«Nadie, ni siquiera quienes conocen los hechos relacionados con el
horror reciente, puede decir con exactitud qué sucede con Dunwich;
aunque las leyendas antiguas hablan de ritos impíos y aquelarres de los
indios, en medio de los cuales invocaban a sombras prohibidas en las
grandes colinas redondeadas y realizaban salvajes plegarias orgiásticas
contestadas por fuertes crujidos y truenos bajo tierra». La trágica historia de Wilbur Watheley, los abominables sucesos
acaecidos en Dunwich, hunden al lector en un mundo habitado por
pesadillas monstruosas. Las extraordinarias ilustraciones de Santiago Caruso describen con intensidad uno de los relatos más fascinantes de H. P. Lovecraft.
OPINIÓN PERSONAL
Esta semana deseo reseñar uno de los relatos
del rico legado de Howard Phillips Lovecraft, maestro del terror y la ciencia
ficción, así como padre y creador de su particular mitología. Con tan solo
cinco años ya se declaró ateo, fruto de lo leído hasta entonces y con dieciséis
rondaban por su cabeza ideas suicidas. Controvertido y excéntrico, desarrolló
un fuerte racismo, odiaba el mar y la luz, resultándole placentero escribir en
la oscuridad y pasear solitariamente durante la noche por el cementerio. Todos
estos aspectos de su vida marcaron e
influenciaron severamente en su personalidad y en sus historias y en la forma
de plasmarlas sobre el papel, intentando compartir con el lector los miedos que
le persiguieron toda su vida. Pero si
conocemos a Lovecraft es, sobre todo, por su mitología de horror cósmico
protagonizada por Cthulu, un ser que
habita en los fondos marinos y cuyo nombre consideraba impronunciable por el
hombre. Nunca llegó a publicar un libro, solo las revistas y periódicos de la época daban a
conocer pequeños relatos suyos. Posteriormente a su fallecimiento su amigo
August Derleth, fue quien fundó la editorial Arkham House con el mero fin
de recopilar y publicar sus obras. Es tal la legión de fans y seguidores de sus
obras, que aún hoy en día esa “corriente
Lovecraftiana” sigue atrayendo a más y más lectores y continua influyendo
en la literatura, la música y el cine.
“El
horror en Dunwich” es un relato corto que publica en una revista en el año
1929. En ella se repite como en otras la mención al “Necronomicón” una especie de grimorio, un libro (ficticio) de
conocimiento mágico creado por el árabe Al Hazred, que se consideraba maldito
ya que su función consistía en invocar a criaturas incapaces de ser concebidas
por la mente humana. Partiendo de ello, el relato nos sitúa en Dunwich, un
pueblo ficticio de Massachusetts donde cada cierto tiempo ocurren sucesos
inexplicables que coinciden con los ritos que uno de los vecinos del lugar lleva a cabo.
Este lugareño es Whateley, quien vive junto con su extraña hija albina,
Lavinia. Esta familia es observada con desconfianza por el resto de habitantes,
los cuales evitan relacionarse en lo posible con ellos. Los acontecimientos aumentan
de intensidad a raíz del nacimiento del hijo de Lavinia, Wilbur, quien presenta
unas características peculiares y cuyo padre se desconoce. Con la llegada de
este abominable niño, los ruidos y los nauseabundos olores que se perciben en
el lugar irán aumentando sin que el resto de habitantes sean capaces de
discernir su origen ni descubrir que es lo que la familia del viejo Whateley
protege en su casa con tanto recelo. De este modo transcurren los años en
Dunwich, ignorando su comunidad el peligroso y horroroso fin que se cierne
sobre ellos.
Lovecraft se caracterizaba por su escritura
tan barroca y cargada, sobre todo en lo que a adjetivos respecta. En ocasiones
puede resultar excesivo, ralentizando la lectura, pero considero que sus
descripciones pormenorizadas y meticulosas, provocan en el lector esa necesaria
comprensión y visualización contextual, calando deliberadamente en su
sensibilidad, para provocar el horror y repugnancia que magistralmente era
capaz de proyectar. El título de la obra revela un dato de significancia para
su futuro lector, pues no esperes terror (miedo intenso, pavor), más bien su
intención va dirigida a generar una sensación de horror (cosa o hecho terrible
o repugnante). La edición que tengo
entre mis manos dispone de imágenes que recrean estas facciones manifestadas
por los protagonistas, estos lugares tan oscuros, lúgubres y tétricos que se
describen, siendo todo ello perfectamente captados por el lápiz de Santiago
Caruso, quien logra capturar el aura de misterio y horror que domina el libro y
convertirlo en increíbles ilustraciones en blanco y negro.
Lovecraft siempre ha estado rodeado de un halo
de misterio, de hecho se cree que su cuerpo no se haya enterrado donde a día de
hoy se encuentra su lápida. Muchos consideraban que era todo un visionario y
que incluso, siendo fantasioso, pudo tener algún tipo de contacto con seres de
otra dimensión que le alumbrarían a la hora de crear estas criaturas y mundos.
Otros lo consideraban una auténtica máquina inventiva capaz de transformar sus
miedos en seres monstruosos. Muchos artistas se han declarado influenciados por
este autor: Stephen King, Cliver Barker y Neil Gaiman, entre otros. Él, por su
parte, admiraba a Edgar Allan Poe, sirviéndole de inspiración tanto en el
ámbito literario como el personal.
“El horror de Dunwich” resulta ser un relato corto capaz de digerirse
placenteramente bien con los espeluznantes dibujos que acompañan a esta
historia de negras invocaciones y conjuros. Tu atención es raptada durante todo
el relato, acompañándose de un extraño miedo que te arrastra a ir descubriendo
los secretos de la familia Whateley, al extraño Wilbur y su espantoso secreto,
pero sobre todo por conocer el
apocalíptico final que le deparará al pueblo, convirtiéndose esta ficción en
una obra digna de su género. Para mí, además, ha supuesto el primer paso hacia
una puerta abierta a Lovecraft y su extraño mundo.
“Profundos
y temibles, los gruñidos, resoplidos y ladridos medio enloquecidos fueron
subiendo de volumen con odiosas y significativas pausas. Poco después resonó el
grito de una garganta muy distinta…, un grito que no podía provenir de ningún
ser nacido en la Tierra.”
No soy mucho de terror ya que no consigo disfrutarlo así que no es para mí jejeje aunque las ilustraciones son una pasada!
ResponderEliminarBesitos!
¡Hola Cristina! Lamento que no sea tu género, espero que si te convenzan futuras reseñas. Respecto a las ilustraciones, es cierto, cuando tienes el ejemplar en tus manos aprecias lo increibles que son :)
Eliminar¡Un abrazo!